Capitulo quince de la Novela

"El Falso Paraíso de Alejandra"

La noche estaba esplendida, Jorge encendió la televisión, se sirvió un coñac y se sentó en un sillón, esperando que sus ideas se aclararan y pudiera tomar una decisión acertada; había muchas cosas en juego, entre las cuales estaba su ética profesional; su padre había sido un eficiente oficial de policía y de el había tomado como propia la fortaleza moral ante las tentaciones del dinero, para su progenitor, antes del dinero y el poder estaba la justicia.

El dialogo con Alejandra había sido breve y la grabación solo aportaba el dato de la oferta de contratación, pero nada más; no tuve tiempo de preguntarle sobre otras cuestiones, porque se marcho de prisa; desconecte la grabadora, corte la línea telefónica con fiscalía y me recosté en mi cama; seguramente estaba muy agotado porque desperté al amanecer, mire por el ventanal y el sol despertaba lentamente detrás de los edificios: Unos suaves golpes a la puerta de mi departamento me sorprendieron, no acostumbraba a recibir visitas tan temprano y realmente no me gusto nada…

(CONTINUARA)