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Ahora si; Capitulo Ocho La fabrica abandonada
Debemos alejarnos del lugar, buscar un refugio antes que lleguen sus refuerzos atacarnos.
Juntos huyeron del lugar llevando los heridos hasta una ex fábrica de quesos abandonada en cuyo sótano se refugiaron.
El teniente Raúl Hernández conocía el lugar y sabía que era relativamente seguro pero que tenían que estar atentos y dejar vigilancia oculta fuera de la fábrica para informar en caso de que alguna patrulla se acercará peligrosamente al lugar.
Pasaron algunos días sin novedades importantes, salvo algún vuelo cercano de dos naves extraterrestres (no tripuladas) que utilizaban para rastrear el terreno en la búsqueda de humanos rebeldes.
Los de vigilancia exterior cada tanto cazaban alguna liebre y hasta un cerdo salvaje que se enredó con un alambre fue presa fácil del vigilancia. Esa carne fresca era un manjar para los refugiados, el agua se la proveían de una vieja bomba manual que se encontraba cercada de escombros y que había pertenecido a la vieja fábrica.
Este lugar era momentáneamente un buen lugar para recuperarse y luego reemprender la marcha en la búsqueda de otros sobrevivientes.
A los 15 días estaban listos para volver al camino… El sargento Fabián Carrizo colocó sobre la vieja mesa quesera un plano y trazando un posible y medianamente seguro recorrido informó cómo avanzaría… El único que también conocía el camino era el teniente Raúl Hernández y estuvo de acuerdo con el plan.
¡¡¡ creo que es lo más seguro expresó mientras se colocaba los Borceguí para emprender la marcha!!!
Desde afuera de la derrumbada fábrica los vigías dieron el visto bueno ante el camino liberado y antes del amanecer del décimo sexto día emprendieron la marcha cargando con todo lo que podían llevar, armamentos, viandas, elementos de protección, mantas y ropa.
(Continuará en próximos capítulos
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