Andres se repuso de aquel pequeño suceso en la
librería. Sorprendido gratamente al ver que su nuevo libro ya tendría alguien
que lo leería. Caminó rumbo a su departamento, tratando de distenderse para
tomar finalmente una decisión que venía postergando. Su última relación amorosa
estaba en su etapa final...costaba convencerse de que ya ese amor con Paulina;
una bella mujer coqueta, bella, inquieta se debatía en sus últimos momentos,
condenado a terminar puesto que la joven lo había dejado en busca de nuevas emociones,
segura de que al volver, él seguiría amándola.
Debía salir de eso - se dijo-situación que
bloqueaba sus ganas de escribir.
Ya en su departamento volvió a mirar por Internet
aquellos lindos lugares y repentinamente lo decidió...
Ese lugar entre las montañas, mucha arboleda, un
río cerca...bastante aislado....ssiii...era lo que él necesitaba para olvidar y
volver a empezar. Un tiempo de soledad le serviría...Y sin pensarlo más marcó
en su cel. El número de la inmobiliaria.
(continuara)
No hay comentarios:
Publicar un comentario